El extraordinario {viaje} del cajón flamenco

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«Me temo que me lo haré deporte eso en un esfuerzo por toda la vida. Sin embargo no va a me importa, todo lo contrario». Felipe VI, antaño {de comenzar un} discurso dentro del Ateneo de Madrid el entregado día 11, respondía así cuando le preguntaron si sucede deseaba volver otra vez a {tocar} el cajón flamenco, actual dentro del acto. Unas semanas antaño, {una imagen} daba la reverso al mundo: la del rey uniéndose a una cajoneada, una tocada colectiva de cajones flamencos dirigida por un castellano (Guillermo García) y un peruano (Mario Cubillas), en la inauguración del Congreso En todo el mundo de l. una. Sinhueso Española de Cádiz.

«Claramente es consciente de lo {que es} un cajón», opina considerado uno de esos organizadores de aquella cajoneada, Pepe Zapata (Málaga, 1969). «Y {es} fascinante la simbología. No va a deja de conseguir un que significa esencial ver a {todo} un rey sentado en un útil humilde, que comenzaron a {tocar} esos esclavos africanos en Perú dentro del virreinato y que ahora sigue perteneciendo a la civilización de moda».

El malagueño {es} considerado uno de esos grandes conocedores y divulgadores del cajón flamenco, que {tiene} en la provincia de Málaga una de sus grandes capitales. Cajonea lleva ya numerosos primaveras reuniendo en Torrox a notorio de varios orígenes que desea acercarse al útil o profundizar de su interpretación a través de de acciones didácticas y formativas.

Diversas acciones en torno al cajón flamenco dentro del competencia Cajonea. | CAJONEA


Origen

A estas staff, (prácticamente) el todo mundo es consciente de que el cajón {es un} útil de percusión que puede suele aprovechar al máximo dentro del flamenco. Lo que no va a tanta de nosotros es consciente de {es} que su origen como útil {se encuentra} en Perú y que solamente se incorporó al flamenco de tipo generalizada en esos primaveras 80.

Aún mucho menos de nosotros es consciente de que un cajón nuclear de piquete se convirtió el útil de percusión en Perú a reglas del siglo XVII (cuando el país formaba mitad del Imperio castellano y era {por tanto} dependiendo de la corona) como resultado de la iglesia católica prohibió a esos esclavos hacer uso de sus tambores que, pensaban, les ayudaba a hablar y posteriormente podía ser una riesgo en un esfuerzo por el orden establecido. Obligados a ir a buscar un sustituto en un esfuerzo por acompañarse con percusión en sus fiestas, esos esclavos usaron lo que adicional a la mano que tenían: esos cajones de recogida de fruta, que con el paso de esos primaveras se habían sido generalizando y estandarizando ya como instrumentos musicales.

¿Qué define al cajón como útil de percusión entonces? «Es más bien nuclear, no va a proporciona un sonido avanzado, {es} percutido de modo sencillo, {es un} útil ágil {y ligero}, no va a pesa más bien mucho a pesar del hecho de que {es} rudo, {tiene} un sonido duro, muy de tierra. Sin embargo independientemente de eso, albarca un variar masivo: entre los muchos graves y el agudo, el meta de sonidos {es} amplio». Quien enumera las virtudes del cajón como útil musical {es} Agustín Diassera (Huelva, 1977), considerado uno de esos percusionistas flamencos adicional solicitados del momento presente, y que {tiene} una amplia trayectoria a sus espaldas como músico.

El extraordinario {viaje} del cajón flamenco


«El cajón {es} la escuadrón adicional básica, que se llama escuadrón cóctel. {Es un} útil ideal en un esfuerzo por recorrer con él», explica Zapata, que lleva en torno a quince primaveras investigando sobre la pasado historico del cajón como útil musical además dedicarse a la divulgación y la formación a través de de l. una. iniciativa Cajón Expo en Obús.

A pesar del hecho de que su pasado historico se remonta al siglo XVII, cuando parecen esos primeros testimonios escritos y visuales ({es} factible verlos en grabados y dibujos de l. una. época), no va a fue tanto como esos primaveras 50 del siglo entregado cuando se estandarizó su medida y composición. «El sonido del cajón peruano {es} adicional seco. Lo suelen aumentar de maderas nobles: en cedro o en caoba y eso se muestra dentro del sonido», explica Zapata, que refiere un tercer ocasión dentro del que puede desarrolló como útil. En Cuba, esos descendientes de esclavos puede incluso lo usaron, a pesar del hecho de que en este caso, en una manada de tres instrumentos, de varios tamaños.

En 1977, el cajón formaba una parte de esos elencos de muchos músicos peruanos. Paco de Lucía (Algeciras, 1947-Costa del Carmen, México, 2014), estaba de tournée por América Latina junto con su sexteto de músicos. Dentro del género había un percusionista brasileño, Rubem Dantas, que acompañaba las composiciones del agradable guitarrista flamenco con percusiones propias de su tradición cultural. Cuando llegaron a Fresa, caudal de Perú, el embajador castellano quiso agasajar al músico con una celebración, en la que actuó una manada nativo de música afroperuana, y en la que estaba un {reconocido} percusionista, Carlos Caitro Soto, conocido por formar mitad del lista habitual de Chabuca Granda.

Paco quedó fascinado con el útil, y le pidió a Soto que puede lo regalase. Este le puso valor y Paco de Lucía se lo trajo a España por 12.000 pesetas (una cosa adicional de 70 euros al cambio). La primaria vez que parece un cajón en una cinta flamenca {es} dentro del disco, impreso en 1981, ‘Sólo me gustaría pasear’, el primero que Paco grabó con el sexteto. El subsiguiente, puede ser ‘Porque el agua’, que Camarón de l. una. Isla grabó en un esfuerzo por la discográfica Phillips un año luego con la fabricación de Ricardo Pachón. Y {el resto}, ya {es} pasado historico.

«Paco decía que él encontró dentro del cajón la planta y el tacón, los 2 sonidos básicos de l. una. percusión que hacen esos bailaores», explica Zapata. «Dentro del flamenco, las percusiones tradicionales son el zapateo, las palmas y el chiste de esos nudillos sobre una mesa», añade Diassera. «El cajón se podía adaptar de una moda muy sencillo, como resultado de la esencia {es} la misma, una percusión corporal en oposición a una piquete. Paco era atrevido, sin embargo no va a había que ser un condición en un esfuerzo por ver que interiormente de l. una. estética sonora del flamenco, el cajón se prestaba maravillosamente».

El extraordinario {viaje} del cajón flamenco


Por versátil, por precio razonable, y por maleable, fue acogido en breve por esos músicos del flamenco y se incorporó a él en un esfuerzo por todo el tiempo. «Fue un éxito, como resultado de era muy visible, muy instintivo y se acercaba más bien mucho a lo que ya teníamos como percusión dentro esos tres pilares del flamenco: el cante, la guitarra y el bailable», añade Diassera. Además su código melódico y armonioso, el flamenco se distingue de otras músicas por la manipulación de l. una. métrica, la velocidad, eso que esos flamencos llaman compás. «El cajón permitía controlar esa métrica {sin} evitar del timbre del chiste del zapateo o las palmas que le era propia, {es} aseverar, {sin} ser un timbre invitado de otras culturas».

{Sin embargo}, tras {quedarse} en España, el cajón sufriría algunas diversificaciones adicionales: dejaría de fabricarse en maderas nobles en un esfuerzo por ser de conglomerado y se le añadirían por interiormente unas cuerdas de guitarra cruzadas, que le cambiaría el sonido en un esfuerzo por que dejara de sonar tan seco. «Las cuerdas le añaden redoble al sonido, adicional parecido a la campo de l. una. escuadrón» -lo que generalmente se llama tambor-. Estos alambres que lleva el cajón por interiormente hacen que el chiste de l. una. mano sobre la piquete dé adicional temblor al sonido.

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Es simplemente no sencillo de {tocar}

Las fotografías del rey tocando el cajón con un seguro datos han conmocionado a propios y a extraños. Dentro del todos los días El Gachupin citaban fuentes cercanas a Felipe VI que afirmaban que el rey {tiene} dos cajones en palacio -uno de ellos, regalo de esos músicos de l. una. bailaora Sara Baras- y, de tipo autodidacta, aprende y practica de su clima de ocio. ¿{Es} pues, un útil sencillo de {tocar}?

Zapata y Diassera lo niegan con rotundidad. «{Tiene} un universo sonoro personal», se apresura a decir Zapata. «Interactuar en una cajoneada es simple, sin embargo instruirse las diferentes métricas de esos equipos de golf del flamenco, comprender cuándo {entrar}, cuándo cambiar el compás… Tocarlo efectivamente lleva una vida».

Lo que comenzó siendo un rechazo, ofrecer {un nuevo} exploto a un cajón de frutas que ya {no tenía} utilidad, {ha terminado} siendo un útil con unas características muy específicas y que hoy construyen luthiers especializados en numerosos componentes del mundo. «Quizás su construcción no va a tenga la misma complejidad que una guitarra», dice Diassera, «sin embargo esos luthiers que construyen cajones se lo toman con la misma afición y la misma dedicación».

Esos primeros en tomar acción en un esfuerzo por el flamenco, comenta el malagueño, habían sido alemanes. «En estos días el cajón no debería ser flamenco ni peruano, {es un} útil común y es simple tropezar con luthiers que lo construyan en numerosos componentes del mundo: Europa, Perú y otros ubicaciones de América Latina, el sudeste oriental… Y de hecho, puede incluso en Andalucía». Esos mejores {permiten} que sus cuerdas se puedan regular, además tener altola mejor calidad de piquete y mejores acabados. Zapata explica {que es} en la tierra el lugar nació el flamenco el lugar últimamente se ha creado la Afiliación de artesanos del cajón Cajonan exactamente en un esfuerzo por poner en en precio el trabajo de esos luthiers locales.