“Cuidado con lo que deseas”, dice un famoso proverbio. Sobre todo, cabría añadir, si lo que quieres es acortar distancias con tu pareja y conseguir con ella la conexión total. Nos lo avisa el director y guionista Michael Shanks en ‘Together’ (Oficial Fantàstic Competició; en salas comerciales desde el 31 de octubre), una de las películas más comentadas del terror ‘indie’ estadounidense reciente, especie de traducción (literal) a la pantalla de aquella canción de Spice Girls llamada ‘2 Become 1’, ‘2 se convierten en 1’.
Aunque dicho baladón suena a todo trapo (y en vinilo) en la película, Shanks tuvo otra inspiración principal a la hora de escribir su primer largo: “Básicamente, el hecho de que llevo 17 años en la misma relación –nos explica–. En mi grupo de amigos son todos monógamos y la mayoría de ellos llevan con la misma pareja desde el instituto. Cuando te comprometes de ese modo con alguien, cedes una parte de tu individualidad para convertirte en parte de una nueva unidad. ¿Qué pierdes con ello? ¿Tan malo es comprometerse con alguien por completo? Son las ideas y las ansiedades que quería explorar a través del fantástico“.
Perdidos en el bosque
Desde hace década y media, Dave Franco y Alison Brie son inseparables, algo que han dejado claro rodando películas juntos en diversas funciones. La química de este matrimonio es incuestionable, pero Shanks se empeña en presentarlos como pareja en crisis, en dique seco emocional y sexual. Tim (Franco) está de luto por sus padres y, en cierto modo, su carrera musical; irse a vivir al campo con Millie (Brie), que ha encontrado allí trabajo como profesora, no le parece tanto un nuevo comienzo como la estocada definitiva. Lo que no consiguió una propuesta de matrimonio, lo hace una extraña cueva donde van a parar durante una ruta inexperta.
Pocas películas de este Sitges ejemplificarán con tanta inspiración el leitmotiv de esta 58ª edición, el cruce de la comedia con el terror, géneros gemelos en opinión de Shanks: “En el drama los objetivos pueden ser nebulosos, pero con estos géneros estás siempre buscando reacciones específicas por parte del público”. Mezclarlos de forma armónica no es nada sencillo. Cuando no fallan los gags, fallan los sustos. Sam Raimi, Peter Jackson o Edgar Wright lograron sublimar la mezcla, pero Shanks, pese a ser fan de todos ellos, buscaba algo ligeramente distinto, “que el humor surgiera de reacciones naturales, de ver a una pareja discutiendo como lo haría ante situaciones extremas”.
Terror crujiente y seco
A esa búsqueda de la verdad emocional ayudaba la presencia de una pareja real al frente del reparto. “Solo teníamos 21 días para rodar toda la peli. Lo peor que nos podría haber pasado era tener a dos actores que no se llevaran bien. Ellos se llevan bien, se quieren y disfrutan trabajando juntos. Pasaron algunos días conectados por una prótesis, un objeto real que les impedía separarse, así que debían ir al baño juntos, hacer pis uno al lado del otro. A ver a qué actores les puedes pedir algo así”.
La iconografía de la película es bastante espectacular, sobre todo cierto momento de comunión entre pestañas. Pero tiene sus claros precedentes: las mutaciones de ‘La cosa’, de John Carpenter, o la viscosidad cárnica de ‘Society’, de Brian Yuzna, regresarán a la memoria de los amantes del terror. “La de Carpenter es mi película favorita. Puedo verla una y otra vez sin cansarme. También soy fan de Yuzna, o de Stuart Gordon, pero no quería que la parte de terror corporal fuera irónica, como pasa en muchas películas recientes de ese subgénero. Cuando pienso en ‘body horror’, pienso en algo húmedo y viscoso. A mis jefes de diversos departamentos les pedí que fueran en la dirección contraria: hagámoslo seco y doloroso”.
Shanks no quiere imponer un único significado; prefiere que cada persona conecte con la película desde su propia experiencia. “Parece que hemos conseguido una especie de test de Rorschach sobre cuestiones de monogamia o compromiso. Algunas parejas se me acercan y me dicen cómo les ha ayudado el filme a resolver una discusión eterna. Por otro lado, gente soltera nos comenta que la película solo ha agravado su desinterés en tener relaciones largas”. Pero, sin entrar en detalles, ¿no podríamos hablar en realidad de ‘happy ending’, a pesar de todo? “Yo lo creo firmemente. Es un final a favor del amor. Es una película sobre el amor”.
Suscríbete con la intención de observar estudiando